viernes, 28 de septiembre de 2012

Genoveses



Que llueva y llueva
y sea un otoño cadencioso y chorreante
que arrastre el vocerío de la calle
acompañe el regreso introspectivo
y calme a la camada amenazante.
Cualquier cosa menos que llegue el frío:
que aguante el hambre contra el tiempo que vuela
que desfallezca ante los muertos de la historia nacional entera
que me quede sin voz
que el colchón duela
pero que no se me gaste el narcótico calor de Genoveses
que mis huesos acopiaron con tanta ansiedad
para aguantar Madrid en estos meses.
                                                                              28/9/12

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