sábado, 9 de marzo de 2013

Regreso


La huella de Turquía 
su hospitalidad
su gente tan honesta 
su sinceridad. 


Cortocircuitos de oriente y occidente 
arrasando una y otra vez
el mismo estrato de esta tierra antigua. 
Infatigable ebullición 
desbordando colinas 
estampando lunas nuevas con serena obcecación 
sembrándola de estrellas. 
Turquía se acompasa de oración en oración 
desde sus alminares. 


Dos campesinas me regalan una flor 
las niñas me flanquean en las fotos 
siento aún minúscula y oxidada mi alma junto a ellas 
como si empezara a desentumecerse 
en los campos soleados del Asia Menor 
desenrollándose en las volutas de piedra
ascendiendo en el vapor de sus aguas sedantes.


El azar me llevó a Turgutlu como a la amistad
a la risa
y a días muy felices. 


De vuelta  en esta cápsula de algodón
de páginas en blanco
sólo deseo que nada cruce mi camino 
hasta que pueda dominar esta impresión
de acariciar Turquía con mis manos. 


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