La huella de Turquía
su hospitalidad
su
gente tan honesta
su sinceridad.
Cortocircuitos de oriente y occidente
arrasando una y otra vez
el mismo estrato de esta tierra antigua.
el mismo estrato de esta tierra antigua.
Infatigable
ebullición
desbordando colinas
estampando lunas nuevas con serena
obcecación
sembrándola de estrellas.
Turquía se acompasa de oración en oración
desde sus alminares.
Dos campesinas me regalan una flor
las niñas me flanquean
en las fotos
siento aún minúscula y oxidada mi alma junto a ellas
como si
empezara a desentumecerse
en los campos soleados del Asia Menor
desenrollándose en las volutas de piedra
ascendiendo en el vapor de sus aguas
sedantes.
El azar me llevó a Turgutlu como a la amistad
a la risa
y a días muy
felices.
De vuelta en esta cápsula de algodón
de páginas en blanco
sólo deseo que nada cruce mi camino
hasta que pueda
dominar esta impresión
de acariciar Turquía con mis manos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.