miércoles, 26 de diciembre de 2012

Mucho ruido

No hay vecindario que más chapucee sus casas (y que más poco las luzca) sacrificando con taladradoras/lijadoras/martillazos/chismes percutores en general cada fin de semana/tiempo vacacional/siesta de los propios inquilinos y de todos a su alrededor.
Cómo acuden a mi memoria en este instante aquellos primorosos trabajos de insonorización de mi época “decorista” en bares periféricos, con lana de roca y una doble capa de pladur, tan prestos para emparedar a alguien en el medio hasta que no se le vuelva a sentir ni respirar…
 

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