Así que al despertar pensó que Andalucía estaba lejos, que hacía frío y que no tenía fuerzas.
Se preguntó cómo alcanzarla, sin embargo, y por suerte encontró su salvación.
Goya, Pedro Romero matando á toro parado.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.